18 abr 2009

Urgencia: son los dueños

Es martes, ando de acá para allá trabajando en el hospital veterinario. En eso alguien entra corriendo por el pasillo, trae una bolsa en la mano: es una urgencia. Corro a la enfermería. Catéter, tapón, guía, suero, cinta. Llego. Ni sé qué irá a pasar. Adrenalina, intriga, hago lo que me gusta. Es un gato, disnea, le cuesta respirar: le acercamos la máscara de oxígeno. Está absurdamente deshidratado, flaco, caquéctico, hay que ponerle urgente una vía.
Busco la peladora, tricotomía de por medio intentamos canalizar. Malditos dueños que permiten que el animal llegue a ese estado, todo se dificulta. Venas colapsadas, frágiles, intentamos en la otra pata. Los dueños hacen la anamnesis más desinteresada y frustrante: hace quince días no come, hace dos que está tirado.
Seguimos sin lograr canalizarlo, empieza a convulsionar. Rápido, son cosas que ni se piensan. Diazepán intrarectal, aguantá un poco más, alguna vena tiene que servir. Finalmente lo logramos, tiene ya una vía endovenosa. Cesan las convulsiones. La respiración se normaliza. Tiene pocas posibilidades, pero increíblemente lo sacamos de la urgencia. Qué satisfacción, hago lo que me gusta.
Estamos más tranquilos, hablamos con los dueños. Se lo llevarán al día siguiente, "no tienen plata". Vamos, sean sinceros, no les importa el animal y creyeron que si lo traían en ese estado no intentaríamos nada y lo eutanasiaríamos.
Qué irónico. Creo que fue la primera vez que me sentí parte de un equipo que le salvó la vida a un animal en una urgencia, sólo que en la medicina veterinaria además de lidiar con el paciente, hay que lidiar con sus dueños.

1 comentario:

Vir dijo...

Hacemos lo que nos gusta, lo hacemos por amor... pero nunca nadie dijo q amar era fácil...
La solución? Seguir! hay gente buena y mucha, solo q a veces cuesta encontrarla.
Pero aunq existan "esos dueños" a "nuestros pacientes" no los cambio por nada en el mundo =)