30 abr 2009

Cerebro y corazón

Sentado a mi lado te escucho opinar sobre algunos temas en los que, definitivamente, no coincidimos. Te miro, te escucho, somos tan diferentes a veces. Creo que en algún recoveco de mí hasta me gustan nuestras desigualdades. Ponés a prueba mi paciencia, yo hago mi parte con la tuya. Sin embargo, siempre terminamos abrazados, uniendo puntos opuestos de un mismo segmento: la racionalidad y el sentimiento.

No hay comentarios: