14 jul 2009

Inmersa en una novela

Hay escenas que cuando las veo en las novelas me parecen exageradas. Sin embargo, nunca hay que ser del todo terminante al emitir un juicio. Esas cosas absurdas de levantar el tubo dubitativamente y colgar, agarrarse la cabeza en un llanto silencioso y desplomarse contra la pared, comenzar a escribir una carta y tirarla en el tacho de basura, tener el celular en la mano esperando un mensaje, sobresaltarse y temer leer un correo, caminar y pensar si volveremos a un lugar, todas esas cosas mutan de amplificadas a reales en una fracción de segundo: cuando empiezo a hacerlas.
Sólo pido que esta novela tenga final feliz. Y entonces sí, que suene en la radio justo nuestra canción; aunque ya no haga falta que me digas que te cuesta ser mi amigo porque querés tener algo conmigo...

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