30 jun 2009

Mancuernas


Tengo ganas de irme de vacaciones. Quiero que volvamos a nuestra cabaña, que hagamos jugo TANG, que me prepares tostadas mientras yo te preparo la chocolatada, que nos despertemos juntos y me reproches mis patadas y rechazos nocturnos, que vale aclarar: generalmente no recuerdo. Necesito tener como única preocupación no caerme del gomón, y a decir verdad, creo que ni ganas de hacer excursiones tendría.

Si tuviera tiempo y plata me iría una semana a un lugar remoto donde no haya nada para hacer más que estar con vos. Despertarnos, dar vueltas en la cama, cansarnos y despertarnos de nuevo. Prender la radio y bailar al ritmo de lo que suene, mientras vos me decís que bailo bien y yo te digo que no muevas tanto los hombros. Necesito eso, necesito eso para no sentir que el apresurado correr de los días genera entre nosotros milímetros involuntarios de distancia.

Que se me cierren los ojos mientras me abrazás como si de los párpados me colgaran mancuernas no está bueno, pero creeme, las mancuernas pesan mucho amor.

No hay comentarios: