Me duelen los párpados suepriores de los ojos al punto que tengo que entrecerrarlos para escribir estas líneas. Es que diez horas trabajando, parando sólo cuarenta minutos para ingerir algún líquido y alimento, dejan sus marcas. Pero que no se me mal interprete, esto no es una queja. Frases como "Muchas gracias, ¿vos qué días estás?" y situaciones como perros moviendo la cola o gatos trepados en mi hombro, hacen que todo valga la pena.
Cansada, cansadísima. Pero conforme.
1 comentario:
=)
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