La sensación es la de haber quedado en un bache, un estadío sin nombre en el que ya casi no sos A y falta muy poquito para ser B. Se siente genial y raro a la vez esto de poder dormir, de no tener que andar siempre con la culpa de
debería estar estudiando o de tener la libertad de salir a tomar un helado. Ahora, sin ánimos de ofender, así como antes me tenía un tanto harta la pregunta
¿cuándo te vas a recibir?, actualmente me satura un poco el
¿y qué vas a hacer cuando te recibas?. Sépanlo todos,
no lo sé.
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