8 nov 2010

Ahora sí, ya casi. Me pega la nostalgia.

Cuando estaba en el CBC y me preguntaban en qué año estaba, contestaba en primero, aunque si miramos el plan de estudio claramente no era así, para mí era el primer año en estudiar lo que quería, parte de mi carrera, por ende: primero. Después llegó la etapa en la que de a poco se iba abriendo la brecha entre mi nivel y los que recién ingresaban, al mirar para atrás empezaba a vislumbrarse un recorrido y la sensación estaba buenísima. Cuando estaba en quinto año, quinto en serio, y me preguntaban si era el último, mi respuesta era sí, después me falta intensificar. Para ser franca, entonces, no era el último año... pero la ansiedad ya comenzaba a sentirse. Y ahora... ahora ya llegó el momento, ya no depende de lo que quiera contestar, es el último final y no hay modo de verlo de otra forma. Y qué se yo, debo reconocerlo, me da cosita. Aunque feliz, sobre todo, es una sensación revolucionaria. Ese lugar allá lejos me cambió, me cruzó con gente que considero un verdadero tesoro, me hizo crecer y creer en mí.
Pucha, che, me estoy poninendo melancólica.

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