23 oct 2010

Bracitos

No existe sensación comparable a la de mi sobrina abrazándome y cantándome suavecito al oído a las siete y cuarto de la mañana para seguir su noche de sueño en mi cama en vez de en su cuna. Quisiera guardar esa indescriptible experiencia en una cajita a la cual recurrir en momentos como éste en el que, desesperadamente, quiero un mimo.

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