10 ago 2009

Desde internación: Gracias y adiós.

Nos vamos haciendo un poco más duros, vamos creándonos una coraza para que cada historia triste no nos afecte y para que cada historia feliz se filtre y nos fortalezca, pero a veces se hace difícil.

Ingresa una gata: signos neurológicos aparentemente agudos, camina inestable, no controla esfíneteres, se cae de costado y acomoda su cabeza contra una esquina de la jaula. Llega la dueña y nos cuenta: este año es un año terrible para mí, hace un tiempo falleció mi marido y desde entonces ella lo busca todas las noches gritando por la casa, estaba muy apegada. La mira, le da un beso, la acaricia y con palabras entrecortadas le dice: andá con tu papá si querés, yo te libero. Gracias por estos años de amor. Si te curás, te voy a estar esperando, pero si querés irte, andá tranquila.
Nos miramos con la veterinaria de reojo y forzamos una sonrisa para contener las lágrimas.

1 comentario:

Vir dijo...

dejá de hacerme llorar jbl!!!!! no ves q yo tengo el llanto fácil y no estás ayudando...