A veces me asusta un poco que signifiques tanto para mí, tus lágrimas me estrujan el alma y tus carcajadas me alegran la vida. Cada vez que me despido siento que te quiero más que cuando llegué, cosa que creía insuperable. Me llenás la vida, me hacés confiar, me hacés soñar, me hacés inmensamente feliz. Tu inocencia y tus acotaciones espontáneas son detalles impagables del mundo
tía - sobrina en el que me sumergiste. Por vos todo y un poquito más.
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