11 abr 2012

El mimo adecuado

No me sentía bien, estaba muy cansada y todavía faltaba una larga noche de guardia. Se abrió la puerta de la veterinaria, entró un señor, su hijo y su perro.
El señor me dijo: - ¿Te acordás de mí?
-Mmmmmmmm, no.... - le contesté
-Miralo a él.- y me señala al perro- Está caminando.
-Ahhhhhhhhhhh, sí, Junior, gordo!, ¡¡¡¡estás caminando!!!!!
Abrazos y agradecimientos por la visita que necesitaba justo en ese momento gris.
Junior es un labrador viejito con displasia de cadera a quien atendí por intermedio de su dueño con comprimidos e inyectables cuando hace unas semanas tuvo una crisis y se quedó sin poder caminar. Qué lindo poder conocerlo en pie y moviendo la cola.

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