Tenés los ojitos tristes y me partís el alma. Vos y tu familia son seres encantadores y me apena que nos hayamos conocido recién en estas circunstancias. Por lo que cuentan, y se nota, fuiste una compañera de lujo. Si voy a terminar con tu sufrimiento quiero que sea con una mirada de paz de tu parte, dale gorda, no me la hagas más difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario