23 jul 2010

"Mila"

Tiene la mirada triste, cansada. Le agarro la cara entre mis manos, le rasco el cuello y emite unos maullidos débiles. Dale gorda, dale. No te tenés que morir. Le coloco una nueva bolsa de agua caliente bajo la frazada, le paso un poco de alimento por la sonda y me la quedo mirando. Unos mimos en la panza, otros en las orejas. Me angustia, me da pena e impotencia. Quiero que siempre haya algo más por hacer por ellos. Me pueden.

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