Década de por medio (y más)

¡Qué increíble! Vía facebook una puede ponerse en contacto con quien fue su mejor amiga de primaria, hace ya más de diez años. Ponerse melancólica, interesarse sinceramente por su vida, casi como una necesidad de recuperar todo el tiempo que pasó de allá a acá. Recuerdo cuando pintábamos la casita de tucumán, nos disfrazábamos para los actos, saltábamos al elástico, hacíamos esquemas de gimnasia, ella me explicaba inglés y yo Ciencias Naturales. Comento su foto y ella dice que aparecí en su sueño, y nos preguntamos si es casualidad o señal de eso que algunos llaman destino. Me siento protagonista de gente que busca gente. Está bueno.

Acusación

Un afta molesta no me prmite disfrutar de mi tostada con Casancrem ni de mi café con leche. Qué atrevida, úlcera impertinente.

Expresiones de amor XIV

- Vení, sentate acá conmigo. Empecemos de nuevo, como que recién nos vemos. ¡Hola amor!
- ¡Hola!
- ¿Pero qué te pasó? ¿Estuviste llorando?
- Sí, me agarré un dedo.
Y al un fin beso y un abrazo. Ahora sí. Sirvió el reseteo.

Desde el consultorio: Altas temperaturas

23.30 hs. Dos dueños de un pincher entran y nos cuentan, preocupados, que su perrito anduvo con vómitos. El paciente se estremece de pánico, los dueños (dueños, masculinos) se miran enamorados. Terminada la consulta, algunos pinchazos de por medio, la familia de papás e hijo se retira. ¡Momento! Ay Ju! me olvidé de tomarle la temperatura, ¿le tomás? - Sí Ju, no hay drama. Los llamo antes de que se vayan y les explico: olvidamos algo. Limpio el termómetro, lo agito para bajar su temperatura y lo sumerjo en vaselina. Les pido que lo sostengan, le meto el termómetro, y mientras yo suprimo mi comentario chistoso de siempre en esos casos "parece que hasta le gusta, miren qué bien se porta", uno de ellos me acota: ¡Ay, te hace fuerza con el culito!
Y sí, Ju y Ju nos doblamos de la risa unos minutos después.

Desde el consultorio: La importancia de insistir

Me asomo a la sala de espera, hay una ficha, entro y le aviso a la veterinaria. Dale, llamala. Entra la señora con sus pantalones chupín y botas altas de cuero. Tiene unos aros gigantes, argollas doradas agarradas al cartílago de la oreja en vez de al agujerito; claro, no hay agujerito que pudiera aguantar semejante peso. Ella lleva en los brazos a un perro salchicha, un año y seis meses, pelaje negro y fuego, tiembla de miedo. Revisación y anamnesis de por medio, llegamos a la vulva:
- Señora, ella ya estuvo en celo ¿no?
- No, no.
- ¿No tuvo el celo todavía?
- No, no.
- Mmmm. Qué raro, ¿segura que tiene un año y medio?
- Sí
- Qué extraño que no haya entrado en celo.
- Ah, en celo. Sí, sí, una vez, hace un tiempito.

No nos salió bien

Que vos, que yo,
que te dije, que me dijiste,
que quise expresar, que quisiste significar,
que no quise que sinitieras, que no quisiste que yo creyera,
que tarté, que intestaste,
que pin, que pan.

I ma gi na ción

Le voy a dar esto y me va a decir una frase de esas de novela que me derriten cuando él las dice. Sólo nos va a faltar la fogata de fondo con una canción romántica. Si alguien sacara una foto del momento sería una postal de amor, y si alguien lo filmara sería un capítulo de una novela rosa. Nos vamos a fundir en un abrazo enorme porque va a entender que en el fondo no son más que papelitos y yo voy a entender lo mismo, entonces, ese envoltorio va a significar mucho más sólo para nosotros. Él no va a decir nada que me moleste y yo no voy a contestar a eso de un modo ofensivo. Será perfecto, no puede fallar.

SIM

Tu minicomputadora sin chip.

Mi celular con chip pero sin sentido.

Así andamos.

Mundo laboral

Si están todos suceptibles, entonces yo también.

Repito y repito

Es un rott. Un perro. Un pobre animal que tiene los ojos a kilómetros de distancia por el grado de deshidratación que tiene. Llega en estado casi comatoso, los dueños (médicos "de gente") nos cuentan las cosas. Es muy agresivo, vomita hace una semana pero no lo podíamos tocar. Le damos de comer a través de una reja, lo traemos ahora porque se desplomó y nos animamos a agarrarlo. Fluidotrapia, antibióticos, antieméticos, protectores gástricos y mediciones de glucemia. Se levanta, está mejor. Entonces suena el teléfono del hospital: ¿podrían sacrificarlo? Gente idiota, no puedo dejar de repetir. Gente idiota, gente idiota.

Próximamente: té de pera

Son las diez de la mañana y es hora de ir a hacer las compras. Hoy es viernes y hay descuento abonando con tarjeta de crédito en un pago. Recorro las góndolas en mi orden rutinario, orden que también sigue mi lista de productos: baño, limpieza, verduras y frutas, los infaltables sandwichitos de miga, almacén y bebidas antes de llegar a la línea de cajas. En la sección almacén me detengo para comprar mi té de tilo, se me acabó hace dos días. Miro otros sabores de té: ¡guau, cuántos!. Manzana, frutilla, durazno, menta, menta peperina, verde, naranja, vainilla, frutos rojos, arándanos y banana. Miro estos dos últimos, nunca los probé. Los agarro y los sumo a mi carro, les toca el lugar que quedó entre los huevos y los postrecitos Ser. Llego a casa, amluerzo, estoy ansiosa. Preparo los dos nuevos invitados a la caja de infusiones saborizadas. El de arándanos compra por el color que le imprime al agua mientras se difunde: fucsia; el de banana creo que vino fallado, no tiene gusto a nada, absolutamente a nada. Ahora tengo ganas de conseguir té de pera.

Estamos en obra

Nos dimos cuenta de que nos teníamos, de que queríamos lo mismo, de que soñábamos con las mismas cosas.
El desmoronamiento posibilita la reconstrucción, y a veces es muy necesario.

Ya no

Sin darme cuenta, dejé de escribir en mi agenda por las noches. Ya no escribo lo que hago en ordenados ítems agregando un dibujito al final de la columna reservada para ese día. No sé si es signo de maduración, de estar perdiendo mi esencia o de una simple etapa dejada atrás.
Claro que hay otra opción menos profunda: haber sido un trueque entre la agenda y la suma blog más facebook.
De un modo u otro, mi agenda anda abandonada. Y a mí casi me da nostalgia verla juntar polvo.

Expresiones de amor XIII

-Me voy a dejar la barba como él, así, aunque no sé ni cómo lo hace.
-No, vos me gustás así.

Consejo de mamá

Salgo de mi casa, llueve. Abro el paraguas y comienzo a caminar. A las tres cuadras comprendo que haber decidido ir con el ambo puesto fue un error, al igual que no llevar un par de medias de repuesto. Ya está, no voy a volver para atrás, no me da el tiempo y no tengo ganas. Continúo mi camino. Desde la plaza cae tanta agua que se forman olitas. Falta una cuadra para que llegue, lo único que tengo seco, gracias al paraguas, es el pelo y mi vincha al tono. El pantalón, la campera, las medias, las botas y la mochila, todo empapado. Recuerdo el consejo de mamá: "comprate un par de botas de lluvia". Prometido ma, esa será mi próxima compra.

Información textil

Nunca entendí a las mujeres que disfrutan yendo de shopping. Soy de esas que cuando camina por la calle ve de todo para comprarse pero cuando tiene el billete en la mano no encuentra nada que la convenza. Sí, así de molesta. Sin embargo, haciendo efectivo un regalo de cumpleaños salí a comprar algo de indumentaria y la moraleja es concluyente: hay que comprar ahora que está todo en liquidación.

Al ritmo del reggae

Si danzo frente a los apuntes un reggaeton y se genera una mística de ritual tal vez su contenido migre y se inserte en mi cabeza. Sí, es probable. Voy a intentarlo.

Expresiones de amor XII

Me río, mucho, te termino despertando.

-¿Qué pasa?
-No... nada. Bah, es que sos feo cuando dormís.
-¿Soy feo?
-Sí. Dejás los ojos entrecerrados y te veo la pupila bailar dentro de ellos. Además se te abre un poco la boca. Y encima se te generan contracciones en los músculos. Es un poco impresionante.
-Vos sos linda cuando dormís.
-No, no soy linda. Es que soy un poco más normal amor.

Besito reconciliador. Y a dormir un poco más.

Delirio teatral

No vale que mantengas hacia mí neutralidad durante una semana y después me desarmes con tus palabras y planificaciones en diez minutos. No vale, es trampa. No vale pero es insoportablemente efectivo. Ya te lo dije una vez y te lo digo una más: me volvés loca. Para bien, para mal, para reír o para llorar.

Mirate, todo lindo con tu chaleco nuevo sin ser del todo conciente de ser el escenario indispensable donde se desarrolla la obra de teatro de mi vida. ¿Protagonista? Sí, claro, también. Mirá: localidades agotadas, la obra es atrapante.

Hoy fue un gran día

Estoy feliz, feliz, feliz.
Un beso, un abrazo, una frazada y una estufa. Papas fritas, conitos salados, sandwichitos, bocaditos de pollo y alfajorcitos. Paseo, compras y cuadras tenebrosas en el gran buenos aires.
Me hacés feliz, feliz, feliz.

Ojeras y bostezos

Quiero que hoy sea un gran día a partir del cual recupere mi capacidad, siempre endeble, de dormir por las noches.

Danza indígena

Con este día gris y húmedo mantener la sonrisa es un desafío constante. Enciendo la radio para que me ayude mientras leo sobre aborto y parto prematuro en vacas. En cuanto suene una canción bailable para mi entender, comenzará el recreo. Me voy a parar, y con mi pijama turquesa y celeste bailaré sola en mi cuarto frente a esos apuntes y al celular, como una danza indígena para revitalizar el espíritu. A mover las caderas, las piernas, los brazos, la cabeza, el cuello. A moverse que hay que sentirse vivo, no es alentador estudiar con una mueca triste de incertidumbre dibujada en la cara. No, no quiero. Mejor me planto una sonrisa y quedo a la espera de la múscia que me invite a contorsionar mi cuerpecito.

"___ _____"

Hace tres días ya, hace tres días que no escucho ni leo esas dos palabras.
Es un aprendizaje: esperarte con un té de tilo humeante entre el celular y el monitor.

Coincidencias

Si coincidimos en la fecha de compra de una bufanda, vamos a lograr coincidir en otras cosas.

Inmersa en una novela

Hay escenas que cuando las veo en las novelas me parecen exageradas. Sin embargo, nunca hay que ser del todo terminante al emitir un juicio. Esas cosas absurdas de levantar el tubo dubitativamente y colgar, agarrarse la cabeza en un llanto silencioso y desplomarse contra la pared, comenzar a escribir una carta y tirarla en el tacho de basura, tener el celular en la mano esperando un mensaje, sobresaltarse y temer leer un correo, caminar y pensar si volveremos a un lugar, todas esas cosas mutan de amplificadas a reales en una fracción de segundo: cuando empiezo a hacerlas.
Sólo pido que esta novela tenga final feliz. Y entonces sí, que suene en la radio justo nuestra canción; aunque ya no haga falta que me digas que te cuesta ser mi amigo porque querés tener algo conmigo...

La venganza del toro

Yo lo digo y lo escribo, moleste a quien moleste: me alegro al escuchar que hay humanos heridos y muertos en San Fermín.

Obsesión predestinada

Ayer me declararon obsesiva. Una señora que lee las estrellas y los elementos del universo lo dijo. Parece que eso es lo que se ve, tal vez las estrellas a la hora en que nací formaban la palabra obsesión.

No es un dato errado. Me obsesionan las cosas que me importan, es cierto. A veces corre como virtud y a veces como defecto.

Me pregunto qué más escribieron los astros a la hora en que me asomé a este mundo.

Así sí

Me encanta, pero me encanta, verte sonreír.

Sensaciones y preguntas a las 3:14 de la mañana

Tengo miedo. De pronto veo en tus ojos lo que nunca quise llegar a ver: estás lejos, estando a mi lado estás tan lejos... ¿Qué pasó? ¿Estoy a tiempo de arreglar lo que ni siquiera tengo muy en claro cómo se rompió? ¿No entiendo, me quedo para ayudarte o me voy para no lastimarte? ¿Qué hago? Por favor, decime que puedo ser parte de la solución y no me digas que soy el problema. Ey, acá estoy. Entiendo tus sensaciones, sabés que hace no mucho me pasó algo parecido. Creo. Dejame ayudarte, por favor. Ignorá mis lágrimas y dejame abrazarte. Sabés que soy una canilla con el cuerito roto. Dale, necesito hacerte sonreír para ser feliz.

Expresiones de amor XI

- Antes te tocaba la panza y pensaba: cuando estés embarazada vas a tener una pancita re linda.
- Voy a ser una vaca.
- Una vaca linda.
- Mirá mi tamaño. ¿Dónde voy a meter un bebé?
- Y... en algún lado se hará lugar.
- Supongo, espero.
- Imaginate, tal vez te salga una Barbie o un Ken.

Día de ama de casa

Quiero un día en el que me levante y no tenga nada para hacer. No lo deseo como estilo de vida, no, no sirvo para tanta quietud, sólo quiero un día de esos. Así podría cocinar tartas de diversos gustos y colores y ordenar la pila de ropa que hay en mi cuarto sobre la pobre silla azul con puntitos dorados. Nunca me gustó el desorden, y verme sumergida en él me molesta.

Expresiones de amor X

- ¿Qué querés?
- Que te quedes conmigo, siempre.
- Che, sos linda.

Me convertís en camaleón

Me enamorás siendo más simple que sofisticado, eligiendo una billetera o unas flores, aunque no coincidamos en ningunos de los dos casos. También manejando y sonriendo por mi entonación desafinada de melodías, así de sencillo.

Esos son los instantes en los que te miro y te encuentro tan lindo como quiero, y entonces me mimetizo con vos. Olvido el grano bajo mi ojo y me creo linda. Después de todo, sólo me importa tu mirada.

Pregunta al pasar

Si hay un oriental viajando en subte, lleva barbijo y nadie se le sienta al lado... ¿Qué tipo de discriminación es?

Verdades televisivas

"Me amarás, aún cuando me odies."

Día NO

No me gusto.
No me soporto.
No me cuido.
No me caigo bien.
No me siento descansada.
No estoy tranquila.
No me sale sonreír.

Cuentas pendientes

Al límite de la paciencia, de la capacidad, de las horas de sueño, de las exigencias y de la tolerancia emocional, me descubro más egoísta y menos resistente de lo que me gustaría.
Un punto más para trabajar y modificar en mi vida.

Ultimátum

Dolor de graganta y cuello que me visitás hace ocho días por las mañanas: decidite. O sí o no. No es una opción el "ni" crónico.