Se necesita absolutamente de una vocación gigante, por lo menos para ejercer de forma amable, simpática, cariñosa y responsable. Se debe tener la capacidad de resolver lo inmediato y la paciencia para transitar un camino a veces lento y engañoso. Es casi indispensable una cuota de psicología para tratar con los dueños, comprenderlos y a la vez ponerles límites si es necesario; no jugamos al doctor de animalitos, somos médicos de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario