Bajo el caparazón

Mi tortugo Manolo o Manolito tiene ya más de veinte años y es de tamaño pequeño, responde a los golpecitos en el piso acercándose a toda velocidad (y esto no es un modo de decir) hasta los dedos productores del llamado. Adora dormir al lado de mis chinelas, las busca por el cuarto y se calma al encontrarlas, también disfruta de descansar al lado de mis pies mientras estudio en mi cuarto. Tomar sol es una de sus actividades favoritas en verano y ésta compite con pasar por el piso de abajo de la mesita ratona del comedor y tirar todo adorno que se interponga a su carrera, así fue que tiró y rompió un copón que tenía más de veinticinco años, regalo de casamiento de mamá y papá. Manolo es quisiquilloso con la comida, pero no puede resistirse a un jugoso pepino conrtado en rodjas finas. Eso sí, sin semillas. El pobre tuvo problemas de identidad por años en los que lo llamamos Manuelita, sabio el pequeño fósil viviente supo demostrarnos que le estábamos errando a su sexualidad: ¡Epa!, mis respetos Señor Tortugo.

Expresiones de amor XXII

-Si vas a entusiasmarte esperá porque tengo que preguntar.
...
...
...

Tarde, ya nos entusiasmamos los dos.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe IX

Los animales que se desplazan en cuatro patas no cuentan con la ayuda de la clavícula para unir sus miembros anteriores al tronco.

Víctimas endocrinológicas

Ayer a la noche me agarró un estado de indiferencia y semi-angustia tan de la nada que sólo tiene explicación en alguna base endocrinológica de mi ciclo hormonal.

Un tanto infantil, lo sé, pero me encanta.

Para vos

Quiero invitarte a conocer,
la vida que imaginé,
donde no existe el dolor
y cabe un río de amor.

Si me ayudás a aprender a mirar,
yo te prometo enseñarte a soñar,
quisiera mostrarte el corazón que buscás, vení conmigo...

Quiero invitarte a respirar
un aire de libertad,
vivamos esta ilusión:
toda la vida de a dos.

Sé que hay un cuento para compartir
donde se escribe una historia felíz,
quisiera mostrarte lo que quiero decir, vení conmigo...

Para vos, este amor
si me das un mundo mejor
todos mis sueños te doy.

Para vos, este amor
y yo escribo en tu corazón
la letra de esta canción,
nuestra canción.

Casi Ángeles

Ñoña

Qué lindo cursar y estudiar así: al sol, al aire libre, debatiendo en la misma mesa profesores y alumnos con mate de por medio. A unos metros, una oveja con los dos corderitos recién nacidos. Un poco más allá "Pepo", el chivito que llegó a consulta por la mañana, se recupera asombrosamente.

Pasemos esta noche juntos

"...Pasemos esta noche juntos,
no importa lo que hagamos después,
qué ganas tengo de estar,
sólo con vos otra vez..."

Los Rancheros

Desde el consultorio: el parásito mágico

Una señora me consulta:
-Tendría que traer a mi otro gato para que lo desparasiten, ¿no?
-Y... ¿por qué lo dice?
-Porque todos los días le saco del ángulo del ojo un bichito, y después aparece de nuevo.
-¿Está segura? ¿No será una lagaña?
-No no, yo lo miré y tiene patas. A él le gusta, se me acerca para que se lo saque.
-¿Y dice usted que le vuelve a aparecer? ¿Sólo en ese lugar?
-Sí, yo se lo saco y al día siguiente tiene el bichito de nuevo. Sólo en el ojito. ¿Qué puede ser?
-No es que no le crea, pero mejor traiga al gato y lo revisamos. No hay parásitos que se generen espontáneamente en el canto medial del ojo...

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe VIII

1 año de CBC + 5 años de carrera común + 1 año de intensificación = 7 años de carrera (cómo mínimo)

Sobre gustos

Me gusta que te guste lo que me gusta. Que me guste lo que te gusta, es un gusto.

Cuestiones de precio, y no tanto.

Helado en Volta: $12
Torta de manzana: $20
Entrada al cine: $18
Ir a ver a Mayumaná: $140
Que tu novio te diga que te ama, no tiene precio.

Viaje en 111: $1,25
Shot: $1,50
Paquete de galletitas: $1,30
Agua caliente para el termo: $0,50
Que tu amigo te diga que te extraña, no tiene precio.

Aritos abridores: $180
Enterito: $30
Babero: $12
Sábanas para la cuna: $60
Que tu sobrina se te quede mirando cuando le hablás, no tiene precio.

Bolsa de piedritas: $3,50
Alimento balanceado: $45
Pipeta: $12
Vacunas: $35
Que tu gata te pida mimos y ronronee al recibirlos, no tiene precio.

Lechuga: $2,25
Pepino: $2
Rodaja de pan lactal: $0,60
Que tu tortugo busque tus chinelas para dormirse al lado, no tiene precio.

Un placer, señora.

El colectivero es de esos tipos que no terminó de abrir la puerta delantera y ya está a los gritos "¡Arriba, arriba!". No puedo hacerle caso inmediatamente como me gustaría, de hecho estoy llegando peligrosamente sobre la hora a rendir, porque una mujer que vivió bastante más que el colectivero o yo está intentando bajar. La miro, le tiendo la mano para ayudarla, si sigue con ese envión va derecho al piso. Se toma su tiempo, baja tranquila y se apoya en mí, me mira: "Te deseo lo mejor en todo". Le agardezco y subo apurada, el conductor se está impacientando. Todo bien pero no quiero perder otro colectivo. Me quedo pensando en ella, sonrío, qué linda la gente alegre y educada.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe VII

Las aves no tienen diafragma.

El heladero

Necesitaba besarte y abrazarte. Y hoy mejor frenemos ahí.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe VI

Los caninos tienen un hueso dentro de su pene para facilitar la penetración de la hembra previamente a la erección total.

Mimos

Hay frases que sin la más mínima intención del autor acarician el alma y la hacen sonreír. Gracias.

Síndrome de abstinencia de vos

Tenerte me hizo recordar lo lindo que se siente, ¿y ahora? ¿cómo sigo ahora? Este era el problema de ser tan feliz un día, el siguiente es casi doloroso. Estoy acá, después de trabajar ocho horas sin parar, comiendo tortas como si alguien me estuviera por quitar el plato de las manos. No es hambre, es ansiedad, es una sensación que limita con la angustia sin llegar a serlo. Hecho mano al recuerdo para calmarme, sonrío, lo recuerdo y lo añoro. Ay, te extraño tanto.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe V

Las vacas no tienen dientes superirores.

Hay un lugar...

Me siento en la mitad del pasto, miro a mi alrededor y sonrío. El pasto verde, algunas lechugas invasoras pero nada irrecuperable. Mis dos perros, sanos, felices, fuertes, tan truchos como lindos. Los árboles enormes, floridos y llenos de color. Una casa prolija, que se banca que le entren ladrones y la rompan porque sabe que la vamos a curar. Un caminito de lajas arreglado. Y yo sentada en el medio de todo eso, feliz. Se siente el olor a pasto recién cortado y se escucha a los pájaros cantar.

Invitación

Fecha: cuanto antes.

Duración: todo lo posible.

Propuesta: de todo un poco.

Lugar: vos elegís.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe IV

Los animales, a diferencia de nosotros, caminan "en puntas de pie".

En la última fila del 110

Estoy volviendo de la facultad, me duele un poco la cabeza pero aprobé el parcial, así que estoy contenta. Me siento en la última fila de asientos del colectivo. Un nene de unos siete años aproximadamente se sienta a mi lado junto a su mamá, y le cuenta: Hoy en clase estudiamos las guerras. Má: ¿por qué peleaban y no resolvían las cosas hablando?

Si vos querés. Yo RE quiero.

Te prometo que de un modo u otro este fin de semana va a ser nuestro. Pienso en eso mientras estudio, es como un combustible: saber que vas a ser mi premio.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe III

Los caballos no pueden vomitar.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe II

Las aves tienen atrofiado el lado derecho de su tracto reproductivo.

No me llenes siempre el vaso

A veces quiero darme la posibilidad de quebrarme y estar mal. Llorar no siempre es malo, también puede ser terapéutico. Cuando estoy en esos días, o en esas noches, me molesta que intenten mostarme el lado positivo de las cosas, me cierro. Es así, por tonto que suene, de vez en cuando elijo llorar porque necesito llorar el vaso medio vacío. No es hacerme la víctima, es aceptarlo para poder entonces sí ver lo positivo, la otra mitad. Lloré ayer a la noche para poder canalizar todo lo negativo que me rondó durante la semana. Hoy, puedo tomarme un café con leche en paz y sonreír. Qué le voy a hacer, cada loco con su tema. Yo tengo los míos -unos cuantos-. Dale, dale que vos tenés los tuyos.

Barrer cabeza abajo

Las puntas de mi pelo siguen floreciendo y ya se asemejan a una escoba vieja.

Cosas que todo estudiante de veterinaria sabe I

La primera sin tocar.